El Sol sale para todos
Amaterasu, la poderosa diosa del Sol de Japón, tenía un hermano llamado Susanowo.Cuenta la leyenda, que Susanowo provocó la ira de Izanagi (dios creador del mundo y también padre de Suzanowo y Amaterasu) y que este, acabó por enviarlo a Yumi (la Tierra de los Muertos) como represalia a su mal comportamiento.
Susanowo, aceptó su castigo, pero previamente fue hasta Takamanohara (cielo) a despedirse de su hermana, Amaterasu.
Uno y otro entraron en trifulca y la diosa del Sol, muy triste, huyó y se ocultó en la cueva llamada el Iwayado, provocando que la oscuridad cubriera el mundo.
Todos los dioses y diosas uno por uno, trataron de convencer a Amaterasu para salir de la cueva, sin ningún resultado. Finalmente, la diosa de la festividad, Uzume, tramó un plan: Colocó un gran espejo de bronce en un árbol, frente a la cueva, después se cubrió con flores y hojas, volcó una tina de baño, y comenzó a bailar sobre ella, percusionando la tina con sus pies. Todos los dioses rieron, y Amaterasu, impulsada por la curiosidad, se asomó desde la cueva, dejando escapar un rayo de luz, que recibió el nombre de “amanecer”
Amaterasu se deslumbro al ver su reflejo en el espejo y fue entonces cuando el dios Ameno-Tajikarawo aprovechó para agarrarla y sacarla de la cueva. Rodeada por la festividad, la depresión de Amaterasu desapareció y ella accedió a que su luz poblara el mundo. Desde entonces Uzume fue conocida como la diosa del amanecer así también como la de la festividad.
El Amanecer sucede cada día. Lo veas o no.
Porque el Sol sale para todos.
(Esta foto fue disparada por la que suscribe el 12 de Marzo de 2006)
