viernes, enero 08, 2010

Brindo por ti





El sabor de un sorbo de vino depende de la uva, de la tierra donde esta ha crecido, del clima, de la altitud, de sus horas de luz, de su fermentación... del momento de su descorche. Depende de cada momento y de cada paso. Tiene vida propia y te invade, aunque tú no lo sepas, cuando entra en ti.

Brindo a cada sorbo por que tú te bebas la vida.

¡Salud!

(Esta foto fue disparada por la que suscribe en diciembre de 2009 en una taberna portuense)