miércoles, junio 28, 2006

La estación


En algunas estaciones, la gente anda en vaivén, apresurada. Y van besos y abrazos de despedida, maletas y paquetes, tickets, billetes. Y reencuentros. Hay bullicio y manos alzadas.

En las estaciones hay trenes que pasan y gente que espera.
Hay personas que se suben a un tren y otras que lo ven pasar.

No recuerdo exactamente en que lugar del mapa estaban esos tramos de raíl. Abrí la puerta metálica del vagón, me encendí un cigarro a toda prisa y cuando levanté la vista del mechero allí estaba él, en el borde de aquel banco de madera. Tenía la mirada perdida. Me pareció que podía llevar toda la vida esperando en el mismo hueco.
Era, pensé, la imagen viva de Penélope en masculino.

Disparé la foto sin que se percatara en absoluto. Cuando el tren volvió a ponerse en marcha, me alejé con la cabeza asomada a la puerta del vagón, sin apartar mis ojos de él, viendo como se hacía cada vez más pequeñito en la distancia.

jueves, junio 22, 2006

A Coruña


Playa de Orzán - Riazor en la ciudad de las nubes.

(Esta foto fue disparada por la que suscribe el 15 de Junio de 2006)

miércoles, junio 07, 2006

El cerebro y la Fe



Y si la esperanza es ese estado de ánimo en el cual lo que deseamos se presenta como posible, la Fe, sería el siguiente peldaño de la escalera de creencias. La esperanza está unida a la espera. La fe, en contrapunto, actúa como motor de acción.

Hay quienes tienen fe en si mismos, hay quienes la proyectan hacia otros, o quienes deciden hacerlo hacia entes más abtractos, como los ángeles, como las hadas. O como Dios.

"¿De dónde proviene la necesidad humana de crear mitos? Muchos pensadores secularizados creen que la religión es una invención psicológica que nace de la necesidad de aliviar los miedos existenciales y encontrar, así, confort en esos anclajes en medio de un mundo confuso y peligroso.

Newberg y d’Aquili defienden, por su parte, avalándose en los datos científicos mencionados, que el impulso religioso arraiga en la biología del cerebro humano. El sentimiento de unidad con el cosmos o de proximidad a Dios no es una mera ilusión o un puro fenómeno de psicología subjetiva, sino que resulta de una cadena de acontecimientos neurológicos que pueden ser observados, grabados y actualmente fotografiados. Obviamente, ambos investigadores no dicen que ven a Dios en las imágenes de sus estudios.
Con los datos obtenidos y la reflexión que emplean, muestran que el cerebro humano está configurado para alcanzar una vida lograda. La religión y las experiencias religiosas —afirman los científicos— y lo que el cerebro hace por nosotros se mueven en la misma dirección. Incluso certifican, como decíamos, que Dios está, en palabras de estos investigadores, cableado en el cerebro humano." (Joan Costa)


¿Es posible que existan los descreídos totales?
He conocido descreidos de Dios. Me he encontrado con descreídos de si mismos. Pero la Fe debe proyectarse dentro de cada uno hacia algún lugar -extrínseco o intrínseco - No es concebible la falta absoluta de fe.

¿En qué tienes fe tú?

(Esta foto fue disparada por la que suscribe, en Marzo de 2006, en un café en Madrid, mientras angelitos revoloteaban alrededor)

viernes, junio 02, 2006

La razón y la palabra

Esperar.

Esperar, etimológicamente, es la raíz de la palabra esperanza.

Esperar es tener esperanza de conseguir lo que se desea.

Esperanza es el estado de ánimo en el cual se presenta como posible lo que deseamos.

La espera y la esperanza no solo están unidas etimológicamente. Se enraizan emocionalmente para no poder existir la una sin la otra.

Armate de pa(z)ciencia y aguarda.



(Esta foto fue disparada por la que suscribe el pasado invierno, mientras esperábamos la primavera asomadas a la ventana del Pepe Botella)

jueves, junio 01, 2006

Ronroneo


Mi amigo Sergio, de cuando en cuando, recibe la visita en su casa de un vecino muy particular. Salta por los balcones contigüos hasta llegar al de su salón, y entra ronroneante.

Se han realizado numerosos estudios acerca de este plácido sonido que emiten los gatos. Y algunos de ellos, aun a falta de ser contrastados, no tienen desperdicio.

Se habla de "la terapia del ronroneo" y de los efectos beneficiosos que éste tiene sobre el ser humano.

El ronroneo, con un patrón estable y una frecuencia de entre 25 y 150 Hz. parece tener un efecto beneficioso en la salud provocando a su vez la mejora la en la densidad de los huesos, lo que explica que los gatos sean capaces de sobrevivir a caídas desde muchos metros de altura. Un estudio realizado con 132 gatos mostró que el 90% sobrevive a una caída desde un edificio de 5,5 planas por término medio.

La exposición a frecuencias similares se ha visto que mejora también la densidad ósea en humanos. Algunos científicos están investigando para comprobar si un tratamiento basado en el sonido sería capaz de detener la osteoporosis.

Huesos aparte, está esa sensación tan placentera que provoca el ronroneo de un gato cerca. No te la pierdas: pon un gato en tu vida, y si no puedes: ¡aprende a ronronear!

(Esta foto fue disparada por la que suscribe en Febrero de 2006 ronroneantemente)